Palinología

 

Los gránulos de polen son el componente masculino de las flores. Son microscópicos, tienen una doble capa protectora que los hacen prácticamente indestructibles, resisten el paso de los siglos, de los agentes atmosféricos, de la abrasión, de los ácidos. Cada especie vegetal tiene un polen determinado y diferente. Se adhieren a las telas y difícilmente se sueltan. De modo que al analizar con los métodos adecuados una tela, se puede saber con exactitud las plantas que pudieron haber en el lugar donde estuvo, especialmente si fue expuesta al aire en épocas de floración.

El inventor de esta ciencia llamada palinología fue el profesor de criminología suizo doctor Max Frei Sulzer, quien investigó personalmente los pólenes de la Síndone. Para ello usó una cinta adhesiva especial que aplicada a la tela recogió elementos, algunos visibles a simple vista y otros no, como diversos polvos, esporas, hongos, microorganismos y 58 clases de granos de polen. Éstos fueron observados con microscopios óptico y electrónico, fotografiados y conservados adecuadamente, formando una colección de sumo interés científico, tanto que luego de la muerte de Frei fue comprada por científicos de los Estados Unidos.

Del análisis de Frei resultó que había  58 clases de polen, 17 correspondientes a plantas de Francia e Italia, lugares donde la historia documentada de la Síndone dice que ésta fue desplegada al aire en muchas oportunidades. Según Frei hay una única región donde se han desarrollado simultáneamente especies productoras de los 38 tipos de polen que encontró en la Síndone y esa zona es la región de Judea, ubicada entre el Mediterráneo y el Mar Muerto. Los tres tipos de polen restantes, para completar los 58 hallados en la Sindone, no se encuentran ni en Jerusalén ni en Palestina y tampoco en Europa Occidental. Dos corresponden a plantas de la meseta de Anatolia, donde se ubica Edessa. El tercero es de una especie característica de Constantinopla, hoy Estambul, y sus contornos.

La conclusión se hace evidente: la tela de la Sábana de Turín ha estado en Palestina, Edessa, y Constantinopla, antes de ser llevada a Francia e Italia. Lo que también confirmaría que la Sábana y el Mandylion son una misma cosa.

Algunas de las plantas de Palestina cuyo polen apareció en la Síndone, se habrían extinguido, pero Frei halló esos gránulos de polen en los barros del Mar Muerto. Dejamos constancia de que Frei era de confesión protestante, por lo que su dictamen nos parece tiene aún más valor. Pronunció: “Definitivamente la Sábana Santa fue desplegada en Tierra Santa en el siglo I”.